Gestión de la energía y la curiosidad

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Equipo Enectiva

¿Eres lo suficientemente curioso?

Todo ser humano nace con una curiosidad innata. Desde el momento en que nacemos, empezamos a explorar y aprender. Desafortunadamente, a medida que envejecemos, la mayoría de nosotros perdemos poco a poco nuestra curiosidad. Posiblemente porque usamos el refrán “la curiosidad mató al gato”.

Sin embargo, la curiosidad es un factor clave en el logro de la eficiencia energética. Pongamos un ejemplo: un edificio administrativo con sus empleados y un administrador, cuya tarea es dividir los gastos de energía entre los empleados, de modo que no haya descuadre. Esta tarea es bastante fácil si el consumo se controla a través de varios contadores y si se divide proporcionalmente, basándose en el área arrendada. Pero de esta forma no se consigue realizar mejora alguna hacia la eficiencia energética, ya que no motiva al personal a cambiar su “status quo”. La clave es motivar a los empleados. Si tienen curiosidad sobre su consumo y sobre cómo utilizan la energía, pueden cambiar la perspectiva del propietario del edificio. Además, si tienen curiosidad acerca de los gastos energéticos de otros edificios del mismo tipo, pueden aprender más acerca de la eficiencia de su propio consumo de energía.

¿Alguna vez ha preguntado a su vecino la cantidad de energía eléctrica o de agua que utiliza en un mes?

La curiosidad es crucial en la gestión de la energía y en el trabajo de los que estudian gráficos, tablas, valores y datos relacionados con la eficiencia, el rendimiento y el consumo. Un gestor energético exitoso es aquel que busca desentrañar inconsistencias y comprender los datos analizados.

¿Alguna vez ha pensado en qué tanto por ciento puede reducir su consumo, y aun así mantener la máxima eficiencia de funcionamiento?

¡Sea curioso!