¿Es el ingeniero energético una especie en peligro de extinción?

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Equipo Enectiva

La historia es la misma en todas partes, como se reducen los gastos en todos los departamentos de la empresa, la presión para “eliminar”. Algunas de las profesiones aumenta. Ya no nos sorprende ver cajas de autoservicio en los supermercados en lugar de personas. Por otra parte, ni siquiera necesitamos tiendas de ladrillo y mortero para hacer nuestras compras ya que se pueden hacer por Internet. Como los centinelas o escribanos en el pasado, los empleados también se han convertido en una especie en peligro de extinción. ¿Es este el caso de los ingenieros energéticos? ¿El ingeniero energético se está convirtiendo en una especie en peligro de extinción debido a los sistemas de medición inteligente que se introducen poco a poco?

La implantación de sistemas de medición inteligente implica que el volumen de datos energéticos que necesitan ser procesados y analizados se duplicará. Hasta ahora, el ingeniero energético corporativo era el responsable de estas tareas en la mayoría de las empresas; el diccionario ofrece la siguiente descripción: “un ingeniero energético es responsable del suministro de energía, ya sea eléctrica, de gas, de agua o vapor, en distintos edificios. Como parte de su trabajo, el ingeniero energético también monitorea el consumo y se asegura de que el suministro de energía es suficiente y que su consumo es económico. Se inspeccionan los planes y los equipos de energía y se gestiona y realiza el mantenimiento de los mismos. Comprueba los gastos de las energías individualmente con regularidad y estudia soluciones para reducir el consumo. El ingeniero energético lleva a cabo la vigilancia regular de energía.” Si lee la definición de ingeniero energético y con las tecnologías actuales, es posible llegar a la conclusión de que está de hecho está en peligro. Todas las tareas anteriormente mencionadas se pueden realizar de forma automática sin necesidad de un ser humano, así como las responsabilidades restantes (de carácter ejecutivo y de gestión) que pueden ser transferidas a los departamentos financieros y de alta dirección o incluso externalizarlas. El aumento gradual de los precios de la energía también ha hecho aumentar la necesidad de ahorrar energía. En consecuencia, las tareas de gestión de la energía se toman sin tener en cuenta a un ingeniero energético y se distribuyen las tareas entre los demás empleados para que todos sean conscientes de la necesidad de utilizar la energía de manera eficiente. Cuantos mayores sean las responsabilidades de gestión de la energía transferida a los demás, menor es la responsabilidad que recae sobre el ingeniero energético, y por lo tanto la gestión de la energía se descentraliza.

Sí, el ingeniero energético corporativo tal y como lo conocemos no se ha extinguido, pero está en peligro.