¿Es el ingeniero energético una especie en peligro de extinción?
La historia es la misma en todas partes, como se reducen los gastos en todos los departamentos de la empresa, la presión para “eliminar”. Algunas de las profesiones aumenta. Ya no nos sorprende ver cajas de autoservicio en los supermercados en lugar de personas. Por otra parte, ni siquiera necesitamos tiendas de ladrillo y mortero para hacer nuestras compras ya que se pueden hacer por Internet. Como los centinelas o escribanos en el pasado, los empleados también se han convertido en una especie en peligro de extinción.
Gestión de la energía y la curiosidad
¿Eres lo suficientemente curioso?
Todo ser humano nace con una curiosidad innata. Desde el momento en que nacemos, empezamos a explorar y aprender. Desafortunadamente, a medida que envejecemos, la mayoría de nosotros perdemos poco a poco nuestra curiosidad. Posiblemente porque usamos el refrán “la curiosidad mató al gato”.
Sin embargo, la curiosidad es un factor clave en el logro de la eficiencia energética. Pongamos un ejemplo: un edificio administrativo con sus empleados y un administrador, cuya tarea es dividir los gastos de energía entre los empleados, de modo que no haya descuadre.
La gestión es la medición
Hay un viejo refrán que aparece en casi todos los libros sobre gestión que dice: no hay gestión sin medición. Esta regla es crucial en la gestión de la energía. Cuando la información (datos energéticos) es precisa, fiable y se dispone fácilmente de ella, las buenas decisiones son mucho más fáciles de tomar. Aunque las lecturas manuales son a menudo incompletas y poco fiables, muchas empresas todavía dependen de ellas, incluso si están en juego miles de euros de inversión.
El precio de los datos energéticos
¿Es usted administrador de una propiedad, gerente de una instalación, administrador o dueño de un edificio? Probablemente entonces ya ha tratado la cuestión de cómo recopilar los datos energéticos de su edificio de una manera eficiente. Las lecturas de los contadores manuales llevados a cabo por un técnico siguen siendo el método más ampliamente utilizado. Sin embargo, este método está obsoleto, en cierto modo son poco fiables y consumen mucho tiempo y dinero, y cuanto mayor es la cartera de edificios administrados, más difícil resulta la lectura.
Cómo hacer frente a la gestión de la energía
Las palabras “gestión energética” asustan a muchas personas. Todos los días, como parte de mi profesión, me encuentro con que los altos directivos tienen que introducir nuevos procesos de gestión de la energía y luchan por conseguirlo. Por lo general, tienen miedo a lo desconocido, pero la filosofía básica detrás de una buena gestión energética está en realidad en el sentido común de cada gerente. Le voy a enseñar algunas reglas generales: Definir las metas que desea alcanzar, como por ejemplo, la reducción del consumo medio por inquilino (o por producto fabricado) hasta fin de año.